En el año 2017 empecé a ver gatos en la zona donde trabajo; hubo una gatita en concreto (Serafina), que me esperaba cada día en el trabajo, que fue la que me hizo ampliar mi campo de visión, por decirlo de alguna manera, y así empecé a darme cuenta de que cada vez habían más gatos y en peor estado.

Estamos hablando de un polígono en el que hay una zona de viviendas de gente bastante humilde. Estos vecinos la mayoría tienen gatos en casa para que les controlen el tema de ratas y ratones (estamos en las afueras y muy cerca del río), pero lo de esterilizar a los animales y no dejarlos salir de casa no forma parte de su cultura.

Así es como esto se convirtió en una colonia numerosa y descontrolada. Un año después de empezar alimentar a estos gatitos, arrancó el plan colonial en la ciudad y así fue como conocí el metodo CER y empezamos a aplicarlo.

Durante estos años se han esterilizado más de 60 gatitos en esta zona (algunos asumidos por el ayuntamiento y otros sufragados con fondos propios), se han dado algunos en adopción y a todos los que lo han necesitado se les ha prestado asistencia veterinaria.

A día de hoy somos 2 personas las que gestionamos la colonia y el tema de las adopciones, ya que a mediados de 2022, gracias a las redes sociales, mi compañera Noelia conoció el proyecto y decidió unirse al equipo.

A día de hoy nuestra dinámica es la de alimentarles diariamente, desparasitarlos cuando nos dejan y estar pendientes de su estado de salud, y si detectamos que necesitan ayuda, prestársela cuanto antes. La colonia podemos decir que está controlada, y en cuanto detectamos un individuo nuevo (por desgracia sufrimos abandonos regularmente), iniciamos protocolo y lo esterilizamos y nos ponemos en marcha para intentar sacarlos de la calle.

Asumimos todo el gasto de alimentación y la mayor parte del gasto veterinario (a excepción de la mayoría de las esterilizaciones, que las asume el ayuntamiento).

Además de la gestión de la colonia, nos ocupamos también de las entrevistas pre-adoptivas, de entregar al animal en el domicilio si vemos viable la adopción, y el seguimiento post-adopción.

Que no nos aburrimos, vaya! jajaja

No obstante, a pesar del esfuerzo emocional, económico y físico que supone todo esto, es muy gratificante echar la vista a atrás y ver como ha cambiado la vida de los gatitos de la colonia. Los que han encontrado un hogar y los que todavía quedan en la calle. Ese es el único pago que recibimos, ver como hemos mejorado sus vidas.